
Riesgos y beneficios de correr por la playa
Con la llegada del verano y las vacaciones hay gente que abandona el gimnasio y se lanza a correr por la playa. Sin embargo, ¿es bueno hacerlo por esta superficie?
Enrique Navarro, director del laboratorio de biomecánica deportiva de la Universidad Politécnica de Madrid, advierte de que, salvo los deportistas profesionales que lo hacen de forma controlada, el resto de personas pueden sufrir más problemas que beneficios.
Los Riesgos
Los deportistas profesionales sí que corren por la playa, pero es muy exigente físicamente. “Una persona con muy buena fuerza física puede correr en la arena un rato y es bueno, pero no demasiado tiempo. Lo ideal es correr en el paseo marítimo para evitar complicaciones y, en todo caso, caminar descalzo por la playa.
Navarro subraya cuáles son los principales riesgos si no se sigue esta sugerencia:
Una pierna se carga más que la otra
La orilla de la playa está inclinada, por lo que se corre con un pie más alto que el otro, una pierna más flexionada que la otra, un lado de la cadera más abducida, etc. Todo ello supone mucha mayor carga en la pierna que está más alejada del agua, además de basculaciones de las rodillas.
“Existe un desequilibro enorme. Haces un movimiento asimétrico, cuando la carrera debe ser simétrica”, subraya Navarro.
Si bien no recomienda correr en la orilla, no se opone a caminar por ella. Eso sí, con una condición. “No haría una hora en una dirección y otra en la contraria, porque cargas una pierna y puede ocasionar problemas. Recomendaría 15 minutos para un lado y otros 15 para el otro”.
Se aplican mayores cargas
Al correr por la playa la amplitud del movimiento articular y las fuerzas se amplifican. “Aplicas en el pie mayores cargas, de tal manera que si lo haces en dosis pequeñas es bueno, pero en exceso es malo”, afirma.
“Si realizas 30 minutos corriendo en la playa puede que acabes con una tendinitis del tendón de Aquiles o un esguince”, hace hincapié.
Beneficios
Por el contrario, si lo hace un profesional y lo hace bien, de forma controlada y con gente profesional que sabe, correr 500 metros hacia un lado y 500 metros hacia el otro puede tener beneficios.
- Fortalece la planta del pie.
- Amplifica las fuerzas y se flexiona más el tobillo.
- El trabajo físico es mayor.
Para obtener todos estos efectos positivos hay que dosificar las cargas. “Se ha de controlar cuánta distancia recorres y a qué velocidad”.