DÓNDE UBICAR TU GIMNASIO
Existen multitud de opciones para ubicarlo, pero siempre hay que tener en cuenta el tamaño de la sala, para que sean las dimensiones adecuadas que te permitan entrenar de forma cómoda. Además, es importante que no sea un espacio estático, sino que tengas sitio de sobra para poder incorporar nuevas máquinas y las últimas innovaciones deportivas.
Una opción realmente atractiva es que tu gimnasio privado tenga una parte cubierta, para la mayor parte del año y otra al aire libre, pudiendo así disfrutar de entrenamientos en el exterior cuando el tiempo sea adecuado.
QUÉ NO PUEDE FALTAR
Equipar tu sala fitness con las máquinas que necesites es esencial para conseguir tus objetivos. Lo ideal es tener una zona cardiovascular, otra para realizar estiramientos, una zona de peso libre y, por supuesto, un espacio para hacer cardio.
AHORRA TIEMPO Y DINERO
Al tener todos los equipos y accesorios para entrenar en tu casa, ya no hace falta pagar la mensualidad de un gimnasio o gastar dinero en transporte para asistir. Además, puedes administrar tu tiempo como gustes y no apegarte a ningún horario.
LIBERTAD EN TODOS LOS SENTIDOS
Al montar un gimnasio en tu hogar, tienes la libertad de decorarlo, poner la música que te gusta, hacer las rutinas de tu preferencia y usar la ropa con la que te sientas más cómodo, sin importar cómo luzca.
Normalmente, los gimnasios tienen reglas que cumplir. En ocasiones, esas reglas suelen ser limitantes en ciertos aspectos como el uso del baño, los casilleros para guardar tus cosas o la ingesta de alimentos.